Lluvia, mucha lluvia en Bs. As.

Los que me conocen saben que la lluvia me encanta.
Quienes vivimos en Bs As estos ultimos dias hemos tenido lluvia, mucha lluvia sobre nosotros. Despues de soportar temperaturas absurdas -y eso que estamos en verano-, nos llego el agua para calmarnos. Quiza algunos digan que ya es demasiada agua -quiza hasta tengan razon-, pero a mi, me encanta el agua.
Algo que no pasaba desde hacia mucho tiempo atras, quiza poco mas de un año, es que mi cuadra se tapo de agua por completo.
¿ Quieren ver ?

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A la izquierda, mi calle mas querida 24 De Octubre, es simplemente un rio, o una pileta de 60 metros de agua para nadar sin problemas -claro, si te bancas la mugre que el agua traia-.
A la derecha, Niceto Vega ( vivo en una hermosa esquina ), no quizo ser menos y se tapo de vereda a vereda.
A mi, que como dije el agua me encanta, esto me parecio como un recreo de la vida. Sali a mojarme con la lluvia, unos gotones asi de grandes que caian sin parar.
El agua casi me llegaba al culito :), tranquilamente se podria haber nadado, o sacado el bote, pescar ?, de todo en los primeros momentos, botellas, bolsas, ramas, materiales no identificados... Despues, con las sucesivas crecidas y bajadas el agua dejo de traer basura, casi casi era un rio de verdad.


Justo en la esquina de mi casa hay una boca de tormenta. Mientras no estaba tapada por el agua, deba la sensacion de estar en una pequeña catarata de agua. Mucha fuerza, mucha energia.

Hace mucho tiempo que no me dejaba llevar tanto por los recuerdos, es solo agua, pero me hizo acordar a los primeros momentos de mi vida aqui en Ituzaingo. Ambas calles eran de tierra ( hoy solo lo es Niceto Vega ), y cuando llovia un poco fuerte, de manera inmediata, los zanjones se llenaban hasta el tope -mi esquina es una depresion natural del terreno en el barrio, siempre el agua vino hacia aqui-, y ahi salia yo. Yo que venia de "La Ciudad", me desesperaba de alegria al ver un zanjon lleno por completo de agua. Podia sacar mis barquitos de telgopor, realizar carreras en la corriente con materiales de distinta flotabilidad, o simplemente mojarme los pies.
Ahi afuera el clima sigue comprometido. Hace unos minutos cuando habia empezado a escribir estas lineas una nueva lluviecita pasajera paso por sobre mi casa.
Es raro. Es solo agua, pero ayuda a recordarme que dentro de mi, hay un nene que le hubiera encantado tirarse de cabeza en medio de la calle... Y dejarse llevar.

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Escuchando a los zapitos alegres que trajo la lluvia