Gira Magica & Misteriosa
Podria darles un tour guiado si tomamos el 80, desde Barrancas hasta Liniers, pero voy a tirar los sitios segun se fueron presentando, segun fui haciendo mi viaje en esta tarde.
Me tome el 63 en Nazca & Gaona, con la unica idea de llegar hasta Cabildo & Juramento.
Se ve que venia sensiblemente estupido, porque cuando el 63 apenas pasa el paso a nivel de Paternal -y ese fue el primer recuerdo- empieza a bordear el cementerio de Chacarita y llega a Federico Lacroze fue como abrir la canilla de... De recuerdos. Me acuerdo de las horas que pase esperando a que la barrera de La Paternal nos deje pasar, en el 44. Hace decenas de años atras. Me acuerdo de mi niñez asombrada por el ruido de la locomotora, enorme. Me acuerdo de bordear el cementerio los dias de verano, del sol, y del hermoso contraste de un cielo azul del otro lado del paredon, donde siempre habia arboles y se sentia una tranquilidad que recien ahora de grande entiendo.
Ya frente a la estacion cabecera del Urquiza, la pizerria de la esquina tenia un hermoso globo terraqueo que giraba. Pocas veces lo vi funcionar, claro esta ya no decora la esquina, pero era toda una maravilla para mi ver ese pequeño mundo de metal girando. En frente, en un restaurante de la estacion -creo-, sobre una pared habia la silueta de un tren de metal, de vapor, que me cautivaba la imaginacion de chico, y hoy, de grande, lo veo tan deslucido, tan sucio que me da lastima.
Y hasta ahi llega mi niñez.
Por Lacroze, unas cuadras mas adelante trabaja una chica que conoci por internet, alguien que de apoco fue dejando a un lado la posible amistad cibernetica, para solo aparecer, o responder mensajes cuando su pc tiene un problema, o cuando necesita una asesoria para comprar algo. Algo que en mi se repite muy seguido, gente que nunca me responde los mensajes, o gente que directamente aparece cuando necesita algo de computacion.
Lacroze... Cruzar las vias del Mitre me hicieron acordar de ella(1). Porque se que antes pasaba seguido por alli para ir a su trabajo, y fue el primer momento en que me aparecio.
Tambien, la misma via, la misma estacion era el vinculo con mi Amigota. Eso me lleno de pena el alma, recordando como tan tontamente heche a perder tan hermosa amistad.
Cuando el 63 toma Cabildo, me deja ver -en mi mente- como Lacroze baja, y alla, justo donde termina el declive y cruza Luis Maria Campos esta ella(2), la imagine un ratito, entrando o saliendo de la UB, en su oficina de investigacion, desculando algun Macro-Virus y tan tan lejos de mi que solo pudo aumentar la pena.
El cartel enorme que dice Juramento del Subte me hizo acordar una noche en que ella(1) esquivaba todos mis intentos de llevarla a su casa... Despues me lo dijo, la costumbre era que los Viernes su jefe la acerque hasta al estacion -Juramento- del subte y no queria que yo sea quine la saque del Hijas esa noche, porque seguro iban a sospechar o pensar algo... Es un cartel, es ella subiendo o bajando esa escalera, es ella tan lejos...
Camine un poco, apenas unas cuadras por Cabildo y volvi a mi niñez. Volvi a recordar un local lleno de caracoles a donde mi mama siempre me llevaba para verlos.
Baje por Jose Hernandez y me acorde de unos departamentos que tenian, que tienen aun hoy unos jardines hermosos, mas que nada porque son un respiro en medio de tanto ruido. De chico esperaba el colectivo con mi mama o mi papa alli. Era comun que me tengan que pegar el grito para que me apure, porque yo disfrutaba mirar ese pedacito de verde del otro lado de la reja que antes era de madera.
Y me toco volver a la realidad, llegar a lo del cliente, trabajar un poco, cumplir con todo lo que tenia que hacer y de nuevo caminar... Caminar por Cramer hasta Mendoza, cruzar Sucre que tambien trajo recuerdos apenas avistados... Y en Mendoza un nuevo trabajo, de nuevo terminar con lo mio y de nuevo caminar. La estupidez de mi mente me decia "Baja por Olazabal", solo porque en algun momento baje por Olzabal, en auto, con ella(1) sonriente a mi lado. Pero no. me negue -y debo decirlo no facilmente- bajando por Cramer llegue a Echeverria y de alli le pegue derecho hasta Barrancas.
En medio, cuando llegue a Cabildo no lo pude evitar, y ella(1) -una vez mas- subia, o bajaba las escaleras del Subte, o era la camineta, conmigo, con ella, recorriendo Cabildo con rumbro French.
Poco despes de cruzar Cabildo, de dejar atras La Redonda e internarme en la oscuridad de las calles poco iluminadas, recorde que estaba paralelo a Sucre, y a esa altura vivia una clienta que resulto ser un tanto especial para mi, por como se dio la relacion, por todo lo que me hizo recordar, por lo que significo por un tiempo ella para mi. Nada raro, no piensen mal !.
Y cuando llegue puntualmente a Las Barrancas, me volvio la niñez al cuerpo. Las misma baldosas, los mismos caminitos serpenteantes bajando de manera abrupta. Y yo... Pidiendo que un dia me dejen bajar en bici por ahi, la fuente, la glorieta que de chico me parecian cosas de otro mundo y que ahora, hoy en la distancia aun conservan algo de belleza, algo de magia.
Y llegue a la terminal, llegue para subirme al 80 y volver a casa -o empezar el regreso-, y resulto que el 80 fue algo como quien retrocede una pelicula. Fue dejar atras Barancas, tomar Cabildo, dejar atras las bocas cerradas del Subte, dejar atras Sucre, Jose Hernandez y sus respiros verdes... Y todo lo demas que me volvio a la mente para amargarme la noche.
Para recordarlas de una u otra manera, para saber que no estan. Que una noche mas no estan.
Para que no se pierdan, ella(1) es ella, ya saben quien, y ella(2) es La Mujer Del Viento.
Y yo... Yo soy el que no se tiene que olvidar de tener las baterias cargadas del Discman, porque pienso -y recuerdo- cada cosa que me da pena de mi mismo.
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Escuchando a Holanda maullando del otro lado de la ventana
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